Sarah Becquer Cleansing Oil

Cleanising Oil es una fórmula natural a base de una mezcla de aceites vegetales cuidadosamente seleccionados. Entre sus ingredientes encontramos el aceite de Argán, almendras dulces y Jojoba. 

Una composición repleta de ingrediente naturales

Los ingredientes que componen la formulación de este producto son una mezcla de aceites vegetales con grandes propiedades dermatológicas. 

Como por ejemplo el aceite de argán, utilizado para mantener la piel suave e hidratada. El aceite de argán contiene numerosos ácidos grasos y una gran cantidad de vitamina E, lo que lo convierte en un producto idóneo para cuidar la piel de forma natural. Su textura no es pegajosa y se absorbe rápidamente. 

El aceite de argán es un poderoso antioxidante que suaviza, hidrata y protege la piel contra agentes externos nocivos y el envejecimiento cutáneo.

Otro de los aceites vegetales que contiene es el aceite de jojoba, un producto natural que se extrae de las semillas de la planta llamada Simmondsia Chinensis, originaria de las zonas desérticas del suroeste de Estados Unidos y norte de México. 

Suele usarse mucho en cosmética natural por sus múltiples beneficios para la piel, el cabello o el rostro. Produce una cera líquida que se usa sobre todo para crear aceite esencial y elaborar productos ecológicos de cosmética. En este sector es conocido como el oro líquido natural.

Entre sus propiedades más destacadas, remarcamos los efectos emolientes para pieles secas, hidratantes, antioxidantes y calmantes. Gracias a su composición del 97 % de ceramidas, hace que sea altamente resistente al calor y a la oxidación, este hecho hace que se conserve mucho tiempo sin perder un ápice de sus propiedades. Estas ceramidas son sustancias que recubren las células de la piel regulando su hidratación, ayudan a la reparación y mantenimiento de la dermis. 

Gracias a sus propiedades, notamos de forma palpable los beneficios que nos aporta. En este sentido, es un potente hidratante ya que contiene ácidos grasos insaturados que ayudan a renovar las capas externas de las células y retiene el agua de la piel.

Su alto contenido en vitaminas antioxidantes como la C y la E, actúa como un eficaz antiarrugas, neutralizando los radicales libres. Del mismo modo, aporta elasticidad y firmeza al rostro. También actúa como antiinflamatorio y antimicrobiano, calmando de forma considerable las irritaciones. 

Son muchos los beneficios que nos aporta la esencia de este arbusto, ya que su uso no se limita en la zona del rostro, sino que puede aplicarse en diferentes partes del cuerpo para conseguir los efectos pretendidos.

También queremos destacar el aceite de almendras dulces, ya que las propiedades de este componente son enormes, destacando las grasas monoinsaturadas, ácidos grasos esenciales como el omega 3 y el omega 6.

Además, contiene antioxidantes y vitamina E, y algunas vitaminas B como B1 y B6, todas muy importantes para el cuidado y la elasticidad de la piel.

En cuanto a su textura, es un aceite poco viscoso y ligero, de fácil absorción, con lo cual se convierte en un complemento ideal para hidratar la piel y el cabello cuando sea necesario. Tiene un ligero aroma a nuez muy agradable para la mayoría de las personas.

Se ha convertido en unos de los aceites vegetales más usados para fines cosméticos cómo prevenir el envejecimiento de la piel, suavizar y dar brillo al cabello, y reducir manchas en la piel.

Aplicación del aceite Cleansig Oil

Dosificar en la palma de la mano 3 o 4 presiones del producto y masajear suavemente el rostro. Para su aplicación tendremos suficiente con esta pequeña cantidad sobre la piel seca y sin desmaquillar. Realizaremos un suave masaje en el rostro y los ojos durante unos segundos para después aclarar con agua tibia. Durante el proceso de retirada del producto, se irá transformando en una suave emulsión que dejará tu piel suave, no tirante y reconfortada. Puedes secar el rostro retirando con delicadeza los restos de la emulsión, con la muselina de microfibra de Sarah Becquer.