El primer paso para adquirir una enfermedad infecciosa es el contagio o la entrada del agente patógeno en el interior del cuerpo humano procedente de otra persona u otro ser vivo. En el caso de las personas, los gérmenes o virus pasan de una a otra a través del contacto físico, bien sea por contacto directo o por el contacto de nuestras manos, generalmente, con objetos contaminados.
Desde que nos levantamos por la mañana, nuestras manos (una vez hemos puesto los pies en el suelo) están en contacto con todo tipo de superficies, muchas de las cuales se encuentran contaminadas. En el autobús, el metro, la puerta del parking, las llaves, el paño de las puertas, etc.
Contaminamos o nos contaminamos.
El contacto madre-hijo, un beso, un apretón de manos, las gotitas de saliva que desprendemos al toser, un chupete, el agua, los alimentos, la picadura de un insecto, una jeringa, etc.
Lavarse las manos es un buen remedio para evitar el contagio de los virus del catarro y de la gripe que circulan en esta época del año. Al contrario de lo que se cree popularmente, es más probable que estos virus se traspasen al dar la mano en un saludo que cuando se dan los típicos dos besos.
Los virus del resfriado común y de la gripe se pueden traspasar a través de las manos y después los individuos se contagian cuando se tocan los ojos o la nariz.
Romper la cadena de infección de una persona a la otra depende fundamentalmente de lo bien que nos lavemos las manos. Si no lo hacemos debidamente, con jabón y después enjuagándonos bajo el chorro de agua, es como si no lo hiciéramos. Para extremar las precauciones, es recomiendable llevar con nosotros un desinfectante para las manos que contenga alcohol cuando nos encontremos en restaurantes, medios de transporte público y ahí donde no sea posible lavarnos bien las manos.
Si nos ponemos los dedos en la boca, algo que hacemos con frecuencia sin darnos cuenta, o nos olvidamos de lavarnos las manos antes de preparar la comida, es muy fácil que nos contagiemos y propaguemos un virus. Contagiamos o nos contagiamos.
Aplicar 1 ó 2 dosis de gel sobre la palma de la mano. |
Friccionar enérgicamente, esparciendo el producto en todas las partes de las manos. |
Para un resultado más eficaz, frótese las manos con el producto por espacio de 30 segundos. |
Su secado es instantáneo. |
Deja sus manos suaves y frescas. |
Utilizar en la piel sana y seca. |
No ingerir. Inflamable. Uso externo. Irrita los ojos. Aplicar sobre la piel sana. Manténgase fuera del alcance de los niños. Evitar el contacto con los ojos, mucosas y zonas sensibles de la piel. En caso de contacto con los ojos, lavar inmediata y abundantemente con agua.
En caso de intoxicación o de ingestión accidental, llamar al Servicio Médico de Información Toxicológica. Tel: 91 562 04 20.
No utilizar para otros usos de los indicados. No mezclar con otros productos. Conservar el recipiente bien cerrado y a temperatura ambiente. No reutilizar el envase una vez vacío. A fin de evitar riesgos para las personas y el medio ambiente, siga las instrucciones de uso.
Son innumerables las situaciones en las que nos podemos encontrar frente a una amenaza de contagio. Diariamente estamos en contacto con todo tipo de superficies