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HELIOCARE 360º PEDIATRICS SPRAY está especialmente indicado para las pieles más sensibles de los niños. Heliocare 360º es una innovadora línea fotoinmunoprotectora que cumple las más altas exigencias en materia de fotoprotección.
LA RADIACIÓN SOLAR
Si bien la radiación solar es necesaria para el desarrollo de la vida o, como por ejemplo, para que el organismo produzca vitamina D, se sabe que una exposición prolongada provoca daños en la piel tales como eritema, fotoenvejecimiento, hiperpigmentación e incluso cáncer de piel.
La radiación solar que llega a la superficie terrestre y por tanto incide en nuestra piel es la radiación UVB, UVA, el infrarrojo-A y la luz visible. Heliocare 360° incluye la combinación de filtros más avanzada y activos específicos que protegen frente a todas estas radiaciones ofreciendo la cobertura más amplia.
RADIACIÓN ULTRAVIOLETA
Los rayos UVB fueron los primeros en asociarse al daño cutáneo. Más intensos en las horas centrales del día y en los meses de verano son los responsables de la quemadura solar. Años después, se vio que también los rayos UVA, más uniformes a lo largo del día y del año, eran responsables de los daños que aparecían a largo plazo, tales como fotoenvejecimiento e incluso cáncer de piel. Por ello, en ocasiones nos referimos a ellos como el "enemigo silencioso".
RADIACIÓN VISIBLE
Los continuos avances en fotobiología han llevado recientemente a evidenciar que la radiación visible también contribuye al daño cutáneo. A la fracción del visible más próxima al UV (la fracción azul/violeta) se le atribuyen efectos muy similares a los de la UVA. Penetra hasta la dermis provocando un aumento en la producción de radicales libres , un aumento en la liberación de citoquinas proinflamatorias y de metaloproteinasas. Esto se traduce en fotoenvejecimiento, manchas, alergias solares, cáncer cutáneo...
RADIACIÓN INFRARROJA TIPO A
La radiación infrarroja, concretamente la radiación infrarroja-A, se ha visto que provoca un aumento de la temperatura lo que da lugar a eritema. Así mismo favorece la degradación del colágeno al aumentar la liberación de metaloproteinasas, al mismo tiempo que disminuye su síntesis por lo que acelera el proceso de envejecimiento: aparición de arrugas, flacidez, pérdida de firmeza de la piel.