La Dra. Hallin es psiquiatra y fundadoradirectora del Centro Médico Dra. Hallin en Marbella. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra y especialista en Psiquiatría por las Universidades de NYU y Harvard, USA.
Organizamos nuestras vacaciones teniendo en cuenta cuando le viene la regla a mi mujer. Con esta frase el marido de una de nuestras pacientes expresaba su malestar ante el trastorno que padecía ésta. Es el llamado Síndrome de Tensión Premenstrual (STP). La comunidad científica reconoce que el 20% de todas las mujeres en edad fértil lo padecen de un modo grave. Hace poco, la Organización Mundial de la Salud indicó, en un informe, que un tanto por ciento elevado de pacientes en el tercer mundo padecen de síntomas físicos y psíquicos similares y que éste no es un fenómeno particular de la mujer occidental.
¿Quién no siente mayores niveles de irritabilidad o tristeza poco antes de que le venga la regla?
Muchas pacientes nos comentan que se enfadan más con sus hijos o que se atracan de dulces durante esos días. El STP se caracteriza por una serie de síntomas físicos y, fundamentalmente, psíquicos que aparecen de modo cíclico entre cinco y diez días antes de que aparezca la menstruación y que pueden prolongarse hasta dos días después. Lo más característico del STP es que afecta la capacidad de funcionar en el trabajo, con los amigos y, sobre todo, con los seres queridos cercanos. Me paso el resto del mes intentando arreglar los problemas que he creado durante esos días, nos comentaba otra paciente.
Durante muchos años, nosotros los médicos, hemos ignorado a aquellas pacientes que nos hablaban de esos sentimientos de rabia, tristeza o ansiedad que les invadía antes de que les viniese la regla. Veíamos en ello una reacción habitual de mujer, debido a un obvio cambio hormonal. Pero lo cierto es que las causas de este trastorno son desconocidas y los tratamientos hormonales han dado resultados muy poco prometedores. Entre las teorías más actuales existe la postulada por Chris Reiber de la Universidad de Binghamton.
Esta es una teoría evolucionista muy interesante que explica estos cambios como modificaciones que contrastan con la fase inicial del ciclo en el que la mujer está fértil y tiende a ser más sexy y coqueta, presentando un estado de ánimo alegre y vivaz. Pero, quizás, las teorías más aceptadas en este momento van en otra dirección y hablan de cambios hormonales que pueden afectar el funcionamiento cerebral llegando a modificar los niveles de neurotransmisores, como la serotonina, e induciendo estados de ánimo no deseados.
Desde hace más de treinta años es bien sabido que este síndrome tiene un tratamiento eficaz que consiste en la administración de ciertas medicaciones psiquiátricas durante la semana antes de que se inicie la menstruación, siendo los resultados rápidos y patentes. Las pacientes llegan a referir un cambio radical en su calidad de vida. A pesar de que las encuestas demuestran que más de un 80% de las mujeres en edad de fértil padecen de este trastorno, pocos son los médicos que diagnostican este trastorno y lo tratan.
Escribiendo este artículo, me siento feliz de tener la oportunidad de difundir esta información para que más pacientes puedan levantarse por la mañana y no temer a sus cambios hormonales, pudiendo controlar mejor sus emociones y sus comportamientos.