Polvo de perla, registrado desde hace casi 3.000 años en tratamientos de la piel, muy apreciado por la realeza en Egipto y China.
Cleopatra, la última reina de Egipto y Wu Zetian, la única mujer de la historia china en obtener el título de emperador, eran famosas por el uso de perlas para mantener y lograr una piel joven y hermosa.
Altamente venerado en la antigüedad, la ciencia moderna ha confirmado lo que lo santiguos médicos decían, que el polvo de perla estimulas nuevas células y mejora la luminosidad de la piel. También se ha demostrado que acelera la curación y quita las manchas, cicatrices de acné, parches secos, daño solar y la rosácea.